Si ya sabes el concepto de sugar daddy aquí te presentamos los tipos que existen:
El sugar real
Todos soñamos con el sugar daddy perfecto; alto, atractivo, experimentado pero maduro para elegir y, por supuesto, súper ágil cuando se trata de su billetera. ¡Pues a veces los sueños se vuelven realidad!
Un hallazgo raro pero no imposible: el sugardaddy soñado es el mejor partido. Quédate con él y estarás en camino a una vida súper azucarada.
El sugar daddy casado
Banda azucarera, es hora de ser realistas: hay muchas posibilidades de que tu sugar daddy sea un hombre casado. Antes de entrar en pánico pensando que te estás volviendo una rompehogares, hagamos una investigación rápida.
En muchos casos, podría tener una relación abierta con su esposa, donde ambos están de acuerdo en divertirse con otras personas. Esta es fácilmente la mejor situación, ya que todos son claros sobre lo que pasa a puerta cerrada.
Sin embargo, también están los casos de separados y aquellos en el largo y tortuoso proceso de divorcio; donde el azúcar sería una opción viable para ellos.
Lo que estamos diciendo es: ¡no te apresures a juzgar al pobre! Los hombres casados que están en la escena del azúcar no son todos unos cabrones, así que intenta conocerlos primero. La aclaración siempre debe venir antes del juicio cuando se pone todo sobre la mesa.
El sugar daddy jet-set
Todo el mundo se siente un poco solo a veces, más aún cuando viaja. Entonces, a veces todo lo que un sugar daddy necesita es un dulce en el brazo mientras compra y visita complejos turísticos.
Este requiere mucho mantenimiento, como se ve por la naturaleza de su trabajo que le exige viajar por todo el mundo. Puede que solo tengas noticias suyas una vez cada pocos meses, pero prepárate para dejarlo todo y disfrutar de una escapada exótica.
Salt Daddy
Probablemente el peor tipo de “sugar” que existe, es uno que querrás evitar a toda costa. Puede que parezca adecuado, pero en el momento en que te detengas a probarlo, te darás cuenta de que la sal no es nada agradable.
Cómo detectar a un salt daddy
Los Saltdaddy son conocidos por traer muchas señales de alerta, a pesar de parecer un sueño hecho realidad. ¡Ver puede no ser necesariamente creer en este caso, banda!
Evita hablar de dinero
Fácilmente una de las mayores señales de alerta, siempre eludirá la pregunta cuando se trata de asignaciones y pago. Míralo convertirlo en un baile, insiste en que pueden “hablar de eso después” y que quiere “concentrarse primero en llevarse bien”. Corre. Es una pérdida de tiempo y casi seguro no puede ni siquiera costear el azucarero. ¡Sin dinero, sin cariño, gente! Pasa al siguiente que realmente pueda adaptarse a tu estilo de vida.
No sabe lo que quiere
Para decirlo claro: este sugar daddy está confundido. ¿Qué hacía en el sitio web en primer lugar? Te hará las preguntas más extrañas y tal vez incluso te trate como un servicio de acompañante. Le horroriza la idea de dar obsequios además de una asignación y cree que se cobra de más. Aquí te recomendamos amablemente que lo ignores. No te toca a ti educar a otros sobre lo que haces cuando la información está disponible para ellos.
Si ni siquiera sabe lo que busca, ¿cómo puede estar preparado para tener un sugar baby? Nadie quiere tratar con alguien grosero. Este tipo está malcriado; cree que el mundo gira a su alrededor y no le gusta cuando no es así.
Notarás un cambio rápido en su tono cuando le sugieras algo con lo que no está de acuerdo, seguido de comentarios sarcásticos acerca de que probablemente eres una cosa tonta e ingenua que no sabe cómo funciona el mundo.
Una palabra: BLOQUEAR. Él no merece tu tiempo, más aún si te menosprecia. Incluso al usar azúcar, es importante asegurarse de que tu relación no se vuelva tóxica, y los sal daddy como estos son los ingredientes perfectos para una sopa podrida.
Insiste en una “prueba de manejo”
Quizás el tipo más sórdido de salt daddy, te dirá que te olvides de discutir cualquier tipo de arreglo hasta que descubra si ustedes dos “tienen química”. En el mundo del azúcar, de esto se trata un primer encuentro.
Sin embargo, ¿se niega incluso a invitarte a cenar? ¡Uh, mega ay! Solo busca una excusa para llevarte a algún motel y luego salir corriendo. Recuerda siempre que no eres un producto a la venta que requiere un control de calidad previo; eres una persona que merece ser respetada. Si no puede darte eso, definitivamente no es el indicado.