No importa lo que pienses, hay que aceptar que si tienes un sugar daddy o un sugar baby, pues ya estás en una relación. Sí, es un acuerdo, pero al final del día están saliendo.
Y con esa idea en mente, vas a necesitar poner tus límites, como en cualquier otra relación. La gente se puede poner medio rara con este tipo de relaciones porque no las ven como algo serio, sino como una escapada de su vida diaria.
Pero, ándale, esto también es vida real, carnal. Aunque el sugardating parezca una relación sin ataduras, siempre hay límites que respetar.
El respeto es la onda.
Aretha Franklin no se echó esa canción de “Respect” letra por letra por nada. Claro, esto es un acuerdo, pero sin respeto mutuo, la relación va a ser un desmadre para todos.
Estás en esto por algo, quizá quieras unos cuantos pares de zapatos Chanel o tal vez buena compañía para ir a cenar. Pero sea cual sea tu razón, tener respeto entre ustedes va a reforzar esos límites que han establecido.
Regresa a lo básico
Vas a tener que definir cuáles son tus reglas básicas, no importa si eres el sugar daddy o el sugar baby. Piensa en estas preguntas cuando estés poniendo tus límites:
¿Quieres que tu sugar daddy/baby sepa tu nombre? ¿Quieres que tu sugar daddy/baby sepa dónde vives? ¿Quieres que tu sugar daddy/baby sepa dónde trabajas? ¿Quieres que tengan acceso a tus redes sociales? ¿Pueden llamarte o mandarte mensajes fuera de los horarios que pactaron? ¿Puedes subir fotos de los dos juntos?
Tal vez al principio no te parezcan importantes estas preguntas, pero establecer estos límites básicos les va a dar a ambos una idea clara de cómo quieren que sea la relación. Además, si se pasan de la raya con estos límites, vas a poder reestablecerlos más fácil.
Entender los límites en las citas con azúcar puede ayudarte a establecer expectativas claras y saludables. Para una visión más completa sobre cómo negociar asignaciones, consulta Guía de Sugar Dating: Cómo negociar asignaciones y obsequios.
Decir no en la recámara
Lo peor que te puede pasar es que, cuando decidas tener un momento íntimo, la otra persona te salga con una lista de cosas que le gustan y que no, justo en ese momento. Eso mejor arreglarlo desde antes. ¿Y si no son compatibles en la cama? Quizá tu sugar daddy/baby espera algo al estilo Cincuenta Sombras de Grey y tú más tranqui.
Al final del día, la comunicación y el consentimiento son clave. En tu relación de sugardating, es crucial que se tomen el tiempo para hablar de lo que cada quien necesita y quiere. Que ambos hayan expresado sus deseos no significa un sí automático, a menos que ambos estén de acuerdo. Claro, puede ser un poco incómodo al principio, pero si eres honesto y directo desde el inicio, vas por buen camino hacia una relación respetuosa y a toda madre.